El examen tiene como objeto asegurarse de que las entidades financieras tienen suficiente dinero en efectivo como para hacer frente a futuras crisis.
Al contrario que en 2011, la prueba promete ser esta vez más estricta y con un método de calificación más riguroso. La banca tiembla y espera:
“Nuestra experiencia nos dice que las pruebas de solvencia son bastante estresantes, y que habrá un número considerable de bancos que saldrá de este examen con la necesidad de corregir ciertas anomalías. Lo que servirá para fortalecer la confianza”, asegura Jan Lambregts, jefe de análisis de mercado, Rabobank
Hasta el momento, aunque oficialmente no hay confirmación, los datos preliminares indican que al menos once entidades de las 128 sometidas a examen son incapaces de mantener el mínimo de capital del 5,5% exigido tras el periodo de estrés.
“Los mercados más afectados, sobre todo a corto plazo, será probablemente los de Italia, España, Portugal y, quizás, Austria. También podrían sorprendernos algunos bancos alemanes.”, manifiesta David Ereira, economista en Linklaters
Los resultados se conocerán el 26 de octubre , apenas una semana antes de que el Banco Central Europeo (BCE) se convierta en la entidad supervisora de la zona euro.
Los tests de solvencia están diseñados para poner fin a los temores sobre la salud de los bancos europeos, cuya valoración ha estado por detrás de los estadounidenses desde que la región se vio golpeada por la crisis de deuda.