El número de fallecidos por las tormentas de nieve en Nepal asciende a 38. Otras 332 personas han tenido que ser rescatadas y permanecen con vida.

Las tormentas de nieve y los fuertes vientos azotaron el pasado martes muchas de las cumbres de Nepal, lo que no es habitual en esta época.

Coronel Niranjan Kumar Sherestha:
“El terreno está bien pero las condiciones meteorológicas y el espesor de la nieve es lo que está dificultando nuestro trabajo. El tiempo está mejorando pero hay que esperar a que pare de nevar y que el viento amaine. El problema es el viento y la nieve. Cada vez que hay mucho viento el rescate se dificulta”

Muchos montañistas no fueron avisados porque estaban en zonas remotas donde la comunicación era casi imposible.

Los senderistas que estaban bloqueados en el Campo Alto, por debajo de los 5.416 metros pudieron descender por su cuenta.

Anualmente unas 90.000 personas recorren la ruta de Annapurna, de unos 240 kilómetros y 21 días de duración, que no exige ser experto en montañismo.

Uno de los supervivientes cuenta su experiencia:
“Yo estuve en el campo dos noches. Una de las noches estaba completamente enterrado en la nieve durante unas quince o dieciseis horas. Y otra noche seguía en el campo pero fuera de la nieve, hasta que vinieron a rescatarme”

Este año está registrándose una alta mortalidad en las cumbres nepalíes.
El pasado abril murieron 16 sherpas a causa de un alud cuando se dirigían a uno de los campamentos base del Everest, la montaña más alta del mundo.