Otra noche intensa en esta ciudad con duros enfrentamientos entre los manifestantes pro democracia y las fuerzas de seguridad, que se han vuelto a emplear a fondo. Los hechos han tenido lugar cuando centenares de hongkoneses han intentado ocupar de nuevo una de las arterias principales del barrio de Mong Kok. La misma zona en que la tenían instalado su campamento hasta que este viernes fue desmantelado por la policía.

“Pienso que los policías son muy violentos. Nos han atacado con nuestros paraguas rotos”, explicaba Jenny, una de las manifestantes.

La tensión es máxima desde que el miércoles un grupo de policías propinara una paliza a Ken Tsang Kin Chiu, militante del opositor Partido Cívico. El Gobierno hongkonés ha suspendido a siete agentes y ha abierto una investigación.

El movimiento pro democracia reclama el sufragio universal para la elección del jefe del Gobierno regional en 2017. Unos comicios que Pekín pretende controlar al autorizar sólo tres candidaturas previamente seleccionadas por un comité especial.

Se prevé que el gobierno de Hong Kong y los líderes de la protesta se reúnan la próxima semana para desbloquear el conflicto.