Rusia advierte a la Unión Europea de que habrá represalias a largo plazo por las sanciones impuestas por los 28 por la crisis en Ucrania. El mensaje llega del ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, que se ha dirigido a representantes de la Asociación de Negocios Europeos en Moscú.
No obstante, el jefe de la diplomacia del Kremlin no ha especificado qué medidas se tomarán: “Las relaciones entre Rusia y la Unión Europea han llegado a un punto de inflexión en el que se debe tomar una decisión sobre la dirección que tomarán nuestras relaciones en el futuro. En el que debemos responder a la pregunta de si somos socios estratégicos o si aún somos rivales geopolíticos”, dijo.
Las sanciones de la UE, centradas en los sectores financiero, energético y de defensa, han debilitado a la economía rusa, cuyo rublo el pasado lunes alcanzó mínimos históricos respecto al euro y al dólar. Con ello aumenta el riego de fuga de capitales y de acentuar la inflación, ya en un nivel alto debido entre otros al embargo que Moscú impuso a ciertos productos europeos.
Para compensar el aislamiento de occidente, Rusia trata de acercarse a China, pero podría no ser suficiente. El Kremlin debe además lidiar con otro elemento, la bajada del precio del petróleo, que supone una importante parte de los ingresos del estado ruso.
Según algunos analistas, en 2015 necesitará que el precio por barril ronde los 104 dólares para mantener el equilibrio en sus presupuestos, aunque varias previsiones indican que ni siquiera alcanzará los 100. En la actualidad ronda los 90 dólares.