Así lo refleja el informe presentado por el consorcio gasístico ruso, que no obstante indica que los ingresos por ventas crecieron un 12%. Según los datos de Gazprom, sus beneficios en la primera mitad del año alcanzaron los 8.700 millones de euros, 2.550 millones menos que en el mismo periodo de 2013.

Detrás de esta caída se encuentran las sanciones adoptadas por la crisis ucraniana contra Rusia por parte de la Unión Europea, que además trata de reducir su dependencia energética de Moscú.