El motivo es la débil expectativa de crecimiento económico a nivel global, que lleva a la Agencia Internacional de la Energia a rebajar en 200.000 barriles diarios su previsión de demanda global este año, hasta los 92,4 millones.
No obstante, ha revisado al alza sus pronósticos para 2015, ante las previsiones de una mejora macroeconómica. En concreto augura un aumento de 1,1 millones de barriles diarios, situando la cifra final en 93,5 millones de barriles al día.