El enviado de Naciones Unidas a Siria pide a Turquía que deje cruzar la frontera a los voluntarios que desean luchar junto a las milicias kurdas contra los yihadistas.
Staffan de Mistura acusa de pasividad a las tropas turcas apostadas en la frontera mientras centenares de personas se encuentran bloqueadas en la castigada Kobani.
En el pueblo fronterizo de Suruc, la comunidad kurda entierra a los combatientes caídos en la defensa de Kobani mientras la rabia contra el gobierno turco por su inacción contra el grupo Estado Islámico no cese de crecer.
El peso de la afluencia de refugiados sirios, cerca de dos millones, no ha hecho cambiar al gobierno turco de parecer. Ankara se niega a prestar ayuda a los militantes kurdos a los que equipara con los yihadistas del grupo Estado Islámico.
Desde que la batalla por Kobani se desatara hace tres semanas, más de 200.000 personas han cruzado la frontera. El gobierno turco deja pasar a todos aquellos que no llevan armas.