La Unión Europea intenta calmar a la población del Viejo Continente ante una posible expansión del ébola. Tras el caso de la auxiliar de enfermería española contagiada por el virus, las autoridades comunitarias estudian revisar los protocolos de seguridad, pero piensan que si se siguen las indicaciones, es difícil que se produzca un brote de la enfermedad.

“La crisis del ébola es una crisis que tiene lugar en algunos países africanos, que efectivamente es dramática. La Unión Europea ha hecho cosas al respecto, pero que esto suceda en Europa es altamente improbable. Tenemos un sistema de salud que funciona, eficaz, tenemos medios para detectar si hay un problema y cuando lo hay, las personas son tratadas, aisladas…”, explicaba Frederic Vincent, portavoz del Comité de Seguridad Sanitaria de la UE.

El de España es el único caso por el momento de contagio fuera de África, donde ya han muerto cerca de 3.500 personas. El resto de pacientes tratados en Europa y Estados Unidos han sido repatriados a sus países tras contraer la enfermedad.

Las declaraciones de los responsables comunitarios se oponen a las de la Organización Mundial de la Salud, que el martes aseguraba que tras la transmisión del virus a la auxiliar de enfermería española es probable que haya más casos.