La noticia positiva, según los últimos datos publicados por el Banco de Francia, es que se prevé un avance tras dos trimestres consecutivos de estancamiento, pero la mejora del Producto Interior Bruto (PIB) francés será todavía débil, para cerrar el año con un crecimiento del 0,4%, menos de la mitad del 1%, la cifra inicialmente prevista por el Gobierno. Otros indicadores apuntan a una caída del índice de confianza de la industria, desde los 97 puntos de agosto a los 96 de septiembre. Mientras, en los servicios se mantiene invariable en los 93 puntos, tras la revisión a la baja del dato de agosto, cuya previsión inicial era de 94 puntos.