Seis fosas comunes, 28 cadáveres calcinados, 43 estudiantes desaparecidos, 22 policías detenidos, un alcalde fugado… Son las escalofriantes cifras de un escabroso suceso ocurrido en Iguala, en el estado mexicano de Guerrero.
La fiscalía ha desvelado una trama entre la policía municipal y la organización mafiosa Guerreros Unidos. Dos sicarios han confesado haber matado a 17 estudiantes.
El alcalde de Iguala y el jefe de seguridad pública también podrían estar involucrados, ya que se encuentran en parado desconocido.
Mientras tanto, continúan los análisis forenses y las autoridades se muestran cautelosas.
“No sería responsable de mi parte, en calidad de titular de la Fiscalía General del Estado, decir que se trata de los alumnos. Lo que nosotros tenemos es información, que nos permitió establecer el lugar en el que se encuentran estas fosas. Y, bueno, a la fecha, sabemos que ahí hay restos humanos. Reitero, tenemos que esperar a que avancen las periciales en materia de genética forense”, ha declarado Iñaky Blanco, titular de la Procuraduría (fiscalía) General de Justicia del Estado de Guerrero.
De confirmarse que los 28 cadáveres encontrados son de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos, ¿dónde están los otros?
Sus familiares y activistas reclaman justicia. Ayer bloquearon la Autopista del Sol que lleva hasta la capital y Acapulco.