Los beneficios que el descubrimiento de un creciente número y diversidad de sustancias químicas ha aportado a la civilización, y especialmente a la Medicina, son de enorme importancia. No obstante, el empleo masivo de compuestos químicos ha tenido también consecuencias indeseables en el ámbito de la toxicidad y los riesgos medioambientales. En el momento actual la Unión Europea y los Estados Unidos están realizando un gran esfuerzo dirigido a la racionalización y control del uso de sustancias químicas, cuyo resultado final es la nueva “Registration, Evaluation and Authorization of Chemicals (REACH)”, que marcará un punto de inflexión en la relación de la humanidad con la Química.