Fue en la embajada de Alemania occidental de Praga, donde el político Hans-Dietrich Gensher, ministro de Exteriores de la RFA anunció el 30 de septiembre de 1989 a los presentes, refugiados huidos de la Alemania del Este, que podrían ir a su vecina occidental.
“Queridos compatriotas alemanes, hemos venido a informaros, que hoy partiréis”, dijo desde el balcón. Un anuncio corto que cambió la vida de miles de personas.
“Fue un sueño hecho realidad para todos nosotros en Alemania. Era el sueño de muchos en 1989, tanto en el Este como en el Oeste”, declara 25 años después Rolf Mahlke, presente en la embajada.
En aquella época, miles de alemanes orientales llevaban meses acampados en las embajadas de la RFA en países como Checoslovaquia o Hungría, a la espera de poder viajar a Alemania Occidental tras haberse convertido en refugiados, después de abandonar la parte comunista de su país.