El Vaticano celebra la llamada “Fiesta de los Abuelos”. Lo ha hecho con una ceremonia en la Plaza de San Pedro oficiada por el papa Francisco. A ella han asistido cerca de 40.000 personas de avanzada edad, incluido el papa emérito Benedicto XVI.

El sumo pontífice ha reiterado el valor e importancia de los abuelos y ancianos para la sociedad. Francisco ha denunciado lo que él considera una “cultura del descarte” con actitudes de abandono, que son una “verdadera eutanasia escondida”.

Para el Papa, “un pueblo que no protege a sus abuelos y no les trata bien es un pueblo que no tiene futuro, porque pierde la memoria y se separa de sus propias raíces”.

Sobre las residencias de ancianos, el Papa ha dicho que deben ser “verdaderos hogares y no prisiones”.

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 600 millones de personas han cumplido ya los 60 años. Y en los próximos 11 años, esta cifra se habrá duplicado.

La ceremonia, en la que se escucharon los testimonios de varias familias, fue amenizada por cantantes como el tenor Andrea Bocelli.