El sur de Europa vive en buena parte del turismo. Y, en plena crisis, es bienvenido. Pero, este verano, no en todos los países ha ido igual de bien. En Italia, los ingresos no han sido los esperados.
Por primera vez desde que la federación de hoteleros italiana Federalberghi recoge estadísiticas, entre junio y agosto hubo una bajada del número de clientes. La débil subida de turistas extranjeros fue contrarrestada por un descenso proporcional del turismo doméstico. Esta situación se tradujo por una disminución del cinco por ciento en los ingresos. Las cancelaciones de último momento reflejan la presión deflacionista en todo el país.
“En Italia, cuando llueve, se dice habitualmente que es culpa del Gobierno”, explica el periodista italiano de Euronews Giacomo Segantini. “La federación de hoteleros no llega tan lejos, pero pide a Roma que haya un alivio fiscal, incluida la vilipendiada tasa turística, y un aumento del tope para pagos al contado”.
“El turismo es la industria más rentab