Todo listo en Albania para recibir al Papa este domingo, en el que es su cuarto viaje al extranjero. Las calles de Tirana se han vestido de gala para la ocasión.
El objetivo de esta visita, de solo un día, es, según el Vaticano, “rendir tributo a los mártires de la fe, víctimas del régimen comunista”, y destacar “la importancia del diálogo con el Islam, en un país de mayoría musulmana, pero con gran presencia de católicos y ortodoxos”.
“Para mí no tiene importancia ser católico, ortodoxo o musulmán. El Papa viene a ver nuestro país, un país que ha sufrido mucho. Y viene para decirnos muchas cosas, como que debemos preservar la coexistencia pacífica de todas las religiones”, ha señalado Ksenofon Dilo, un vecino de Tirana.
Un buen ejemplo de esta convivencia es la iglesia de San Nicolás, contruida en el siglo XVI y destruida en tres ocasiones. La última vez, quince familias musulmanas trabajaron codo con codo con sus vecinos cristianos para ponerla de nuevo en pie.
“Albania es un maravilloso ejemplo de esta armonía y el Papa Francisco viene a confirmar esta armonía, paz y amor fraternal entre los creyentes”, ha declarado el padre Carmine Leuzzi.
El Pontífice mantendrá un encuentro con líderes de otras religiones, tras celebrar una misa en la Plaza Madre Teresa de Tirana y reunirse con las autoridades albanesas. Después visitará a niños y enfermos asistidos por centros caritativos.