La prosperidad es un derecho de individuos y sociedades; es un derecho humano universal, y el Banco Mundial lo reivindica como uno de sus fines primordiales. No obstante, economistas de oriente y occidente documentan sus sospechas de que esa institución global lo que hace realmente es instrumentar políticas para servir a los intereses de los "hombres de negocios" de los Estados Unidos, su principal accionista, sin importar que el resto del mundo se empobrezca. teleSUR