Sus habitantes están divididos entre los que apuestan por un futuro fuera del Reino Unido y los que siguen queriendo que este territorio de casi cinco millones y medio de habitantes siga como está.
“Esta campaña por la independencia es la mayor movilización de la clase obrera que hemos visto en la Historia del Reino Unido. Creo que por eso la campaña por la independencia es mucho más que el SNP”, decía una vecina en Edimburgo.
“Va a cambiar nuestro destino y no sabemos lo que va a pasar. Es una gran apuesta”, añadía otro.
“Hay tantas consecuencias que están ocultas. Han estado discutiendo sobre cosas que ven y mi preocupación es que el mundo es tan inestable y tan imprevisible. Creo que hará daño a los dos países”, apuntaba otro vecino de la capital escocesa.
“Creo que se tiene que votar con cabeza. He oído a gente pidiendo que voten con el corazón pero no tiene que ser así. Creo que se puede hacer de las dos formas y que esa es la opción correcta”, comentaba otro.
El resultado no se conocerá hasta las primeras horas del viernes. Una decisión que puede redibujar el mapa del Reino Unido y crear una nueva frontera en Europa.