Veámos, de entrada, las reacciones recogidas en Kiev entre partidarios y detractores de este estatuto especial. Primero de la Alianza para la Reforma Democrática (UDAR). “Esta ley pone de manifiesto la buena voluntad del Parlamento ucraniano para arreglar la situación. Se podrá avanzar más en el Donbass sólo si se retira todo el armamento pesado y se deponen las armas”, en opinión del diputado Vitaliy Kovalchuk.

En el partido Patria, del Bloque Timochenko, impera el pesimismo: “Desafortunadamente estas leyes no traerán la paz. Da la oportunidad a aquellos a quienes hemos calificado de terroristas de tener su propia policía, sus propias autoridades, tribunales y fiscales. Esto es inaceptable”, apuntó el parlamentario Serhiy Sobolev.

Y desde el este del país, el viceprimer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Andrei Purgin, duda de los buenos propósitos del Gobierno ucraniano: “Deberíamos analizar con detenimiento este documento para ver qué dice. No obstante, deberíamos recordar que se trata de una ley adoptada por la Rada Suprema (el Parlamento ucraniano). Nosotros tenemos nuestro Soviet Supremo que tramita nuestras leyes. O sea que tenemos que tener claro que se trata de una fórmula para algún tipo de diálogo, y nada más que eso”, señaló Andrei Purgin.

Angelina Kariakina, euronews:
La ley que otorga un estatuto especial al Donbass es, obviamente, resultado de un encaje de bolillos, tan complicados que el trámite parlamentario se realizó a puerta cerrada. Si esta ley sirve o no se verá tras las elecciones municipales, que tendrán lugar en el Donbass antes de finalizar el año (previstas para el 7 de diciembre).