De esta manera la segunda mayor aerolínea europea por ingresos intenta ganar competitividad al tiempo que reduce gastos.

Para ello transferirá algunas de su rutas a sus filiales de bajo costo Hop! y Transavia, como lo hizo la aerolínea alemana Lufthansa con su compañía Germanwings.

El proyecto forma parte del nuevo plan estratégico del grupo franco-holandés que culminará en 2020 (Perform 20120) y que se presentará a los sindicatos la próxima semana.

Aunque se desconocen los detalles del mismo, algunos medios francess señalan que Transavia abrirá nuevas bases en Lisboa, Oporto y Munich, y que la fuente de contratación será fundamentalmente local.

Sólo el año pasado, la aerolínea de bajo coste franco holandesa elevó sus pasajeros hasta 6,5 millones, una cifra todavía por debajo de sus principales competidores.

El punto fuerte de Transavia serán vuelos frecuentes, rápidos y directos a trarifas atractivas, según la compañía, y estarará enfocado tanto a los viajeros de ocio como de negocios.

Pero el refuerzo de su flota en el modelo Low Cost, no será suficiente para que Air France-KLM cosiga reducir su eleva deuda de más de 5.000 millones de euros.

La compañía aplicará el tijeretazo a sus negocios menos rentables, como el servicio de carga, que reducirá su flota a una tercera parte de aquí al años 2016.

Su objetivo para el conjunto de 2014 es un Ebitda de entre 2.200 y 2.300 millones de euros y “una estricta disciplina en las inversiones” para finalizar el año con una deuda de 4.500 millones de euros.

La deuda a fecha del pasado 30 de junio era de 5.410 millones de euros, superior a los 5.350 millones al finalizar 2013.