Un comando talibán atacó oficinas gubernamentales en la ciudad de Ghazni, en el este de Afganistán. Según fuentes oficiales han muerto al menos diez policías, dos civiles y una veintena de insurgentes. Hay al menos ciento cincuenta heridos.
Los talibanes hicieron detonar sucesivamente dos vehículos cargados de explosivos enfrente de las oficinas de los servicios de información militar y de una comisaría de policía. Tras la explosión del segundo vehículo se desencadenó un tiroteo con la policía que duró tres horas.
El ataque se produce en unos momentos de vacío de poder en el país tras unas elecciones disputadas, un acuerdo entre los candidatos y un gobierno que no acaba de formarse.
Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas después de que el año pasado las fuerzas afganas se hicieran responsables de la seguridad.