En los últimos años -para la dicha de muchos- el cine venezolano se ha alejado un poco de la temática social que siempre estaba presente en sus historias, dando paso a otro tipo de películas con tópicos más variados. De esta forma, cambiamos a los malandros del drama social por comedias superficiales, melodramas de novelas o exploramos otros géneros que nos eran desconocidos hasta hace poco.