Los servicios de socorro nicarangüenses rescatan a 20 de los buscadores de oro atrapados a 800 metros de profundidad en una mina desde el pasado jueves. Todos ellos han sido trasladado a un centro asistencial. Dos lograron salir el mismo día que un corrimiento de tierra tapó la entrada.
Uno de los mineros explica la agonía. “Pensábamos que nos íbamos a quedar adentro, pero por suerte sabíamos que había otra salida. Estuvimos luchando toda la noche y toda la mañana de hoy para poder limpiar y salir, porque era la única alternativa.”
Según Hemco, la empresa responsable de la explotación de la mina, esta había sido cerrada hace cuatro años al considerarla insegura, pero la compra de minerales ha continuado. Aún quedan trabajadores en el interior de la mina, por lo que las labores de rescate no se han detenido.
Una mujer ha visto como sacaban a uno de sus seres queridos. “Me siento feliz pero todavía me faltan dos familiares que están adentro. Le pido a mi señor Jesucristo que salgan con vida, me falta mi hermano, Santos Herrera.”
La minería artesanal es una actividad legal en Nicaragua, el país más pobre de Latinoamérica, en la que muchos ciudadanos encuentran un recurso para salir adelante.