Los rebeldes ucranianos siguen avanzando por el este del país y reconocen la presencia de soldados rusos en sus filas.

Los separatistas, apoyados por militares rusos, han entrado este jueves en la ciudad de Novoazovsk, entre la frontera con Rusia y Mariupol. Los rebeldes prorrusos también han tomado el control del alto de Savur-Mohyla, un punto estratégico del este de Donetsk, según fuentes militares y afines a Kiev.

“Nunca escondimos el hecho de que hay muchos ciudadanos rusos entre nosotros, sin cuya ayuda sería muy difícil luchar ahora. Había unos 3.000-4.000 de ellos en nuestras filas. Muchos se han ido, pero otros muchos siguen aquí. También hay muchos militares que prefieren pasar sus vacaciones entre nosotros, sus hermanos que luchan por su libertad, en lugar de en una playa”, ha declarado el primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk.

En el bastión prorruso de Donetsk, las autoridades han informado de la muerte de al menos once civiles en las últimas 24 horas, en bombardeos supuestamente de las tropas ucranianas. Una veintena de personas resultaron heridas.

Mientras, en Kiev, una manifestación del neonazi Batallón Azov ha pedido más tropas en el este de Ucrania para frenar el avance rebelde. La cita ha congregado a simpatizantes y soldados voluntarios venidos de toda Europa.