Tras una semana bloqueado, el convoy cruzó este viernes por la mañana la frontera sin el permiso de Kiev y sin ser escoltado, como exigía Ucrania, por la Cruz Roja Internacional.
Un portavoz de esta organización explicó que no habían recibido garantías de seguridad y que por ello habían decidido no formar parte de la operación.
Fuentes de la Cruz Roja también explicaron que solo 34 de los 262
camiones fueron controlados el jueves en la frontera por el personal de aduanas de Ucrania y Rusia, con representantes de la organización como testigos.
Desde hace dos semanas Lugansk es escenario de duros enfrentamientos entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos. Sus habitantes carecen de servicios básicos incluída el agua y los alimentos.