La hipocresía norteamericana en su defensa declarada de los derechos humanos hunde sus raíces más profundas en la historia del propio país. La segregación por motivos raciales es nada más uno de los botones de muestra más dolorosos, unido casi siempre a la brutalidad policíaca y a la vocación nazifascista de los sectores más conservadores de esa sociedad. teleSUR