Unos treinta furgones del convoy ruso con ayuda humanitaria estarían ya en zona franca, tras haber permanecido bloqueados en la frontera con Ucrania cerca de una semana.
Kiev habría retrasado la entrada al país de los más de 200 camiones con 2.000 toneladas de asistencia humanitaria rusa.
El Comité Internacional de la Cruz Roja debe supervisar su distribución en las ciudades de Donetsk y Lugansk donde hay necesidad urgente de suministros básicos, como alimentos y material médico.
“El Comité Internacional de la Cruz Roja recuerda que en virtud del derecho internacional humanitario, las partes en conflicto deben respetar y proteger la ayuda humanitaria, y en particular a quienes presentan el emblema de la Cruz Roja”, dijo Laurent Corbaz, Jefe de operaciones en Europa y Asia Central
El convoy, formado por 262 camiones salió de Moscú el 12 de agosto, y aguardaba en Rostov la autorización para entrar en Ucrania.
A 70 kilómetros de este puesto fronterizo, Lugansk está aislada por los combates contra los rebeldes separatistas. Desde hace veinte días no hay agua, ni electricidad, ni conexiones telefónicas.