La presidenta argentina Cristina Fernández ordenó la remoción de la institución bancaria neoyorquina que hasta la fecha había tenido la responsabilidad de llevar las cuentas del país suramericano con el resto del mundo, y dispuso que se abra una cuenta especial en el Banco Central de Buenos Aires que en adelante se encargue de ello. La medida abarca adeudos y otras operaciones pendientes a partir del año 2001. teleSUR