Ucrania, Rusia, la OSCE y la Cruz Roja han ultimado los detalles para que la columna de 262 camiones enviados por Moscú circule hacia la ciudad sitiada de Lugansk. La ayuda llegará a una ciudad donde no hay ni luz ni agua desde hace dos semanas. La mitad de su casi medio millón de habitantes ha huído de Lugansk. Las fuerzas ucranianas rodean desde principios de julio la ciudad
rebelde.
Los camiones salieron de Moscú con parada en la ciudad de Kamensk-Shakhtinsky. Después estacionaron en una base militar en Voronezh. El punto de entrada en Ucrania es Izvaryne, que está actualmente bajo control de los rebeldes.
El convoy ucraniano ha entrado esta mañana en Lugansk. Setenta y cinco vehículos salieron desde Kiev, Nepropetrovsk y Járkov con 800 toneladas de mercancía de alimentos, medicinas, generadores portátiles y sacos de dormir. La Cruz Roja distribuirá parta de esta ayuda. Los camiones cruzaron la frontera por el punto más cercano a Lugansk para agilizar la distribución de la ayuda a la población controlada por los prorrusos pero sitiada por las fuerzas ucranianas.
El delegado de la Cruz Roja que viajaba en el convoy, Peter Huber, explicó al llegar: “Ya hemos localizado algunas personas que necesitan esta ayuda y desde mañana tenemos previsto distribuirla. Pero no puedo decir ahora dónde la enviaremos y quién la obtendrá.”