Aunque muchos escépticos aún no lo quieren reconocer, el mundo se está transformando. El ascenso de nuevos actores en el escenario de las relaciones internacionales evidencia la pérdida de influencia de los centros tradicionales de poder, representados otrora por EE.UU. y Europa como grandes potencias.
En este escenario América Latina se perfila desde hace años como la tierra prometida para el desarrollo de nuevos proyectos políticos, sociales, económicos y tecnológicos. La región se ha ido quitando de encima el estigma de "patio trasero estadounidense" y se presenta al resto del mundo como una zona en plena efervescencia y crecimiento a través de organismos multilaterales creados conjuntamente por sus gobiernos: Unasur, Mercosur, Alba, Celac, Alianza Pacífico, Caricom, etc.
La diversidad regional está dejando de ser un problema para convertirse en un valor y cada vez más, Latinoamérica habla y es escuchada con una sola voz.
El BRICS, Rusia y China miran hacia Latinoamérica y el Caribe en busca no solo de la necesaria complementariedad económica, sino también de respaldo a iniciativas que pretenden democratizar las relaciones internacionales y repartir los beneficios del crecimiento más equitativamente.
Riqueza en recursos naturales, renovación política, estrategias de desarrollos sostenible y una de las poblaciones más jóvenes del planeta, son las principales ventajas de América Latina para mirar al futuro, frente a otras regiones que han agotado buena parte de sus recursos y donde la población envejece, como en Europa. La unidad latinoamericana es la demostración de que el mundo en desarrollo no está dispuesto a seguir esperando y ha comenzado a enfrentar los desafíos con sus propios medios.
América Latina unida, fuerte, económicamente sostenible y políticamente independiente, será una parte fundamental de un mundo policéntrico y más equitativo.
Invitados:
Iván Ayala, economista e investigador de EconoNuestra
Santiago Peña, periodista y analista internacional