El ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos intercambian cargas de artillería. Al menos cinco personas han muerto en las últimas horas, 74 en los últimos 3 días, según el ministerio ucraniano de salud.
En Donetsk, las tropas de Ucrania han avanzado desde el peràimetro hacia el centro de la ciudad.
La situación humanitaria de la población civil es desesperada, como cuenta una vecina de las afueras de la ciudad, Valentina Smirnova: “Mi hujo se ha marchado y yo me he quedado aquí con mi hija. No sé qué hacer, ni a dónde ir”, dice antes de romper a llorar.
En Lugansk, la población lleva doce días sin electricidad ni agua corriente. Y empiezan a faltar los medicamentos. El líder de los prorrusos, Valerz Bolotov, ha abandonado su puesto alegando motivos de salud. Hace una semana lo hizo su homólogo de Donetsk, Alexander Borodái, de nacionalidad rusa.
El ejército ucraniano ha informado de la muerte de 18 soldados en los últimos combates. Estiman que pronto recuperarán el control sobre Donetsk y esperan conseguirlo para la fiesta nacional de Ucrania, que se celebra el 24 de agosto.