Sus acciones fueron este viernes suspendidas en la bolsa de Kuala Lumpu, después de que el fondo estatal Khazanah Nasional, propietario del 69 por ciento de la aerolínea anunciase su intención de comprar la parte que no posee por un precio de 6 céntimos de euro.

La reputación de la aerolínea de bandera de Malasia, que llevaba arrastrando años de pérdidas, quedó seriamente dañada cuando el vuelo MH 370, que cubría el trayecto entre Kuala Lumpur y Pekín con 249 personas, desapareció el pasado 8 de marzo tras desviarse de su ruta por motivos aún desconocidos. El Boeing 777-200 cayó en algún lugar del Océano Indico, pero aún no ha aparecido ni rastro del aparato.

En julio, y rompiendo todas las leyes de la probabilidad, otro vuelo de Malaysia Airlines, el MH 17 que iba de Ámsterdam a Kuala Lumpur con 298 ocupantes, fue abatido mientras sobrevolaba la zona en guerra de Ucrania por un misil supuestamente disparado por los rebeldes prorrusos.

En los últimos nueve meses, su valor se ha desplomado más de un 40 por ciento y sus pérdidas aumentaron un 59 por ciento en el primer trimestre de este año.