Barack Obama ha autorizado bombardeos contra las posiciones del grupo extremistra suní Estado Islámico en Irak. El objetivo de la ofensiva es proteger al personal estadounidense en el caso de que los milicianos avancen hacia Erbil, zona donde están estacionados. Sin embargo, Obama ha recalcado que "Estados Unidos no debe intervenir cada vez que hay una crisis en el mundo", por lo que ha descartado el envío de tropas al país árabe.