Decenas de activistas que siguen acampando en la plaza de la Independencia de Kiev han intentado proteger los últimos vestigios de las protestas que acabaron con la salida del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich.

“Mira ahí, mis antiguos compañeros que estaban conmigo en Maidán ahora son voluntarios del batallón de Kiev. Los policías que me han traicionado, antes dormíamos y comíamos juntos”, decía uno de los resistentes.

Un batallón de voluntarios, formado por antiguos miembros del propio movimiento han intentado limpiar la plaza y se han enfrentado a la resistencia de sus antiguos compañeros.

“Estamos llevando a cabo una pequeña operación de limpieza higiénica. Tenemos que limpiar esta basura y dejar a los que realmente luchan por los intereses políticos de la gente”, añadía un voluntario del batallón.

El alcalde de la ciudad y líder opositor, Vitali Klitschkó, ha pedido a los resistentes que abandonen la plaza pero estos dicen que no se irán hasta que el Gobierno garantice que se respetará el espíritu de las revueltas.