Ocurrió durante la madrugada de este lunes, en el puesto fronterizo de Gukovo, en la región de Rostov. Una brigada ucraniana se vio rodeada por milicias separatistas y los soldados tuvieron que solicitar refugio a los guardias fronterizos rusos, que les permitieron el paso.

Tras entrar desarmados, se encuentran en un campamento militar instalado en la zona.

“Hoy tuvimos otro ataque, con amenazas directas. No tuvimos elección, tuvimos que replegarnos. Pero nos han recibido bien aquí, nos han dado agua y comida”, contaba un militar ucraniano.

Cerca de la mitad de los soldados ya han regresado a Ucrania en autobús y el resto lo harán en las próximas horas. La región rusa de Rostov linda con las ucranianas de Lugansk y Donetsk, donde tienen lugar violentos combates entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos.