Los rebeldes separatistas impiden el acceso a observadores de la OSCE a la zona del avión derribado en el este de Ucrania. En este caso no estaban presentes los investigadores holandeses, que ya han intentado durante cuatro días, sin éxito, acercarse a los restos.
“Nuestra misión hoy era comprobar las carreteras, las rutas de entrada y salida y ver la situación de la seguridad, que es parte de nuestro mandato y que es lo que ya llevamos haciendo en los últimos tres meses”, explicaba Michael Bociurkiw, portavoz de la misión especial de la OSCE en Ucrania.
Los enviados holandeses, nacionalidad de la mayoría de fallecidos, han rechazado desplazarse este miércoles denunciando la falta de seguridad, pese a que aún quedan cuerpos sin recuperar.
El gobierno ucraniano, a través de su primer ministro interino, Volodymyr Hroysman, ha criticado la actitud de los separatistas: “Me gustaría destacar que Ucrania lamenta que hasta ahora en el territorio controlado por las guerrillas prorrusas no se haya permitido acceder al lugar de esta terrible tragedia a los expertos internacionales que investigan la catástrofe”.
Aunque los enfrentamientos se mantienen, Kiev ha declarado además no realizará ningún ataque en 20 kilómetros a la redonda del lugar del avión para facilitar la labor internacional.
Bielorrusia ha anunciado por su parte que acogerá conversaciones entre Ucrania, Rusia y la OSCE sobre la crisis, aunque sin dar fechas.