Se trata de un sensor molecular que cabe en la palma de su mano. Permite obtener información inmediata sobre la composición química de casi cualquier cosa que nos rodea. Información que será enviada directamente a través de Bluetooth a su teléfono inteligente. Apuntando y haciendo clic en el sensor, los usuarios podrán ver cuántas calorías hay en un pedazo de queso o determinar cuándo un tomate alcanzará la madurez máxima. “SCiO utiliza la antigua ciencia de la espectroscopia del infrarrojo cercano. Ponemos luz a los materiales. La luz crea vibraciones dentro de las moléculas. Esas vibraciones absorben parte de la luz. Después detectamos la reflexión de la luz lo que crea una huella digital que se correlaciona con la química subyacente de los materiales. Así podemos poner en relación lo que estamos midiendo y su composición química para enviar toda esa información a su teléfono inteligente”.