Nuevo revés internacional a nivel económico para Vladímir Putin. Rusia ha sido condenado por el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya a pagar 37.000 millones de euros por lo que considera una expropiación forzosa de la petrolera Yukos de Mijaíl Jodorkovski el año 2004. La sentencia da la razón a dos filiales de Group Menatep Limited (GML), accionista mayoritario de la petrolera liquidada con base en Gibraltar, y de la que Jodorkovski ya no forma parte. Su actual propietario es Léonid Nevzline, exiliado en Israel.
En todo caso, Jodorkovski manifestó su satisfacción desde Suiza, adonde se ha trasladado después de pasar diez años encarcelado en Rusia y ser liberado en diciembre pasado. En su momento, fue condenado por evasión fiscal. Poco después, Yukos pasó a manos de la petrolera pública Rosneft.
“En su fallo final, el tribunal arbitral confirma de forma específica y unánime que, desde su punto de vista, el objetivo primero de la Federación Rusa no era ingresar impuestos sino más bien forzar la bancarrota y expropiar sus activos para beneficio del Estado en favor de Rosneft”, resumió el director general de Group Menatep Limited, Tim Osborne.
El gobierno ruso ya ha anunciado que recurrirá la sentencia recordando que no reconoce la jurisdicción del tribunal de La Haya. Rosneft es actualmente la primera petrolera del mundo en cuanto a cotizacion bursátil. Y, su presidente, Ígor Sechin, forma parte del círculo de oligarcas cercanos a Putin. Al contrario de Jodorkovski, que había amasado su fortuna en tiempos del expresidente Boris Yeltsin.
“El pago por Yukos no son sanciones, pero dobla de forma inesperada el peso financiero con el que se ha penalizado a Rusia por su conflicto geopolítico”, subraya el analista moscovita Valery Mironov, responsable en la Alta Escuela de Economía. “En este sentido, el oligarca Sechin es una de las personalidades a quienes Estados Unidos ha retirado el visado y congelado sus bienes por la ocupación de Crimea por parte de Rusia. Además, a Rosneft se le prohibe financiarse en dólares. La Unión Europea puede sumarse a estas sanciones tras el derribo hace dos semanas del avión de Malaysian Airlines en la zona controlada por los prorrusos en el este de Ucrania.