El aeropuerto de Eidhoven ha recibido los restos mortales de las víctimas del vuelo de Malaysia Airlines derribado el pasado 17 de julio sobre la secesionista región de Donestk, en Ucrania. Desde allí serán trasladados a la base de Hilversum donde se encuentra el equipo forense.
En el siniestro murieron 298 personas, la mayoría,193, eran holandeses, 28 australianos y 43 malasios.
La familia real malasia ha recibido en Kuala Lumpur a los familiares de los pasajeros a los que ha dado el pésame por la pérdida.
Este sábado 100 efectivos de la policía federal australiana han llegado al aeropuerto de Járkov para apoyar la investigación y vigilar la zona del siniestro.
Los restos de la aeronave cayeron en territorio controlado por los rebeldes prorrusos lo que está dificultando el acceso de los investigadores y las labores de rescate.
Mientras tanto el cruce de acusaciones continúa. Rusia acusa a Estados Unidos de lanzar una campaña de despretigio por su supuesta implicación en el derribo de la aeronave malasia.
Washington y Ucrania insisten en que los rebeldes prorrusos abatieron el avión comercial con armamento provisto por Moscú, probablemente por accidente.