Holanda es el país del que procedían más pasajeros del vuelo MH17, un total de 193. Bajo la lluvia, Rotterdam ha homenajeado a una pareja que regentaba un restaurante chino antes de partir hacia Malasia.

Unos ciudadanos se muestran indignados porque aseguran que no se puede hacer nada. Ni la aviación civil ni las víctimas, dicen, son parte de un conflicto.

A pesar de que no ha habido día oficial de luto, las escenas de duelo se repiten a lo largo del territorio. El rey Guillermo-Alejandro de Holanda ha hecho una declaración televisada.

“Esta horrible tragedia ha dejado una profunda herida en nuestra sociedad. La cicatriz será visible y tangible durante muchos años. Cuando las cosas están en el peor momento, la fortaleza interior, la compasión y la solidaridad son lo más importante.”

El primer ministro Mark Rutte se ha reunido con algunos de los familiares de las víctimas este lunes. La fiscalía holandesa, por su parte, ha abierto una investigación para esclarecer si hubo un crimen de guerra en el derribo del avión.