Como el ave Fénix, Silvio Berlusconi ha salido airoso del más polémico de sus procesos judiciales: el caso Ruby. El Tribunal de Apelaciones de Milán ha absuelto al ex primer ministro italiano, anulando la condena a siete años de cárcel dictada contra él en primera instancia por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores. Una condena que además le inhabilitaba de forma permanente para ejercer cargos públicos.
El tribunal milanés ha dictaminado que uno de los cargos no tiene fundamento y el otro no constituye delito. En definitiva, un respiro, político y personal, para Berlusconi, que ya cumple una pena de servicios sociales en un centro de la tercera edad por fraude fiscal.
La famosa Ruby es una joven marroquí, Karima El Marough, con la que Berlusconi habría mantenido relaciones sexuales cuando esta aún era menor de edad. Un escándalo, con las famosas fiestas bunga bunga como telón de fondo, en la época dorada de Il Cavaliere.