El sábado en el estadio estadio Mané Garrincha de Brasilia la «La Canarinha» no pudo conseguir el pódium, el naufragio brasileño comenzó a escasos minutos de empezar el partido.
Holanda se ganó el tercer puesto gracias a los tres goles marcados por el equipo de Louis Van Gaal.
“Hace cuatro años estábamos en Sudáfrica y perdimos en la final, esto es un puesto más abajo pero me hace más feliz que el segundo puesto que obtuvimos Sudáfrica.”
Aunque Brasil ya no estaba en la final, por ese cariño que le profesan a los suyos, los “torcedores” no dudaron en acudir en masa al que ha sido el último partido del torneo jugado en Brasilia.
“La sensación es de tristeza, pero vine porque creo que tenemos que apoyar a nuestro país por encima de todo. He venido aquí por ellos y porque tenía esperanza de que ganáramos. Por desgracia, no fue así pero aplaudí a los que mejor lo hicieron.”
“Muy triste, muy triste. Teníamos la esperanza de que Brasil añadiría otra estrella, una más. Pero no pasa nada. Estamos unidos, y vamos a apoyar a Alemania. Alemania, Alemania.”
A lo largo de todo el Mundial los “torcedores” han agotado casi todas las entradas del estadio, unas 68.000 en cada partido celebrado en el Mané Garrincha.
Esta vez no ha podido ser. Aún así el ambiente ha sido menos eufórico pero no menos festivo.