Un autobús alcanzado por ráfagas de disparos en la ciudad de Lugansk, en el este de Ucrania y todavía en manos de los separatistas prorrusos ha quedado destrozado. En él dos personas han muerto y ocho han sido heridas.

El Gobierno de Petró Poroshenko, pretende tomar tanto Lugansk como Donetsk, últimos grandes bastiones separatistas con sendos sitios.

En una de las últimas localidades que han cambiado de manos, Sloviansk, el Gobierno asegura haber encontrado varios arsenales de armas supuestamente de fabricación rusa.

Kiev insiste en que no volverá a decretar un alto el fuego como el de hace una semana, pero que tampoco usará artillería o bombardeos aéreos.

El ministro del Interior, Valeriy Heletey, declaraba: “El hecho de que tengan origen ruso no deja lugar a dudas. Son rusas, fueron fabricadas allí y traídas a Ucrania antes del conflicto”.

El propio ministro ha asegurado que solo se negociará si los separatistas abandonan las armas. El responsable de Exteriores ruso, desde Eslovenia, ha pedido un alto el fuego entre las partes.

[En el mapa del vídeo se pueden ver el blanco las ciudades recuperadas por el Gobierno y en azul las todavía en manos separatistas].