100 años y 10 millones de muertos parecen muchos pero no los suficientes para cerrar viejas heridas.
Este sábado Sarajevo conmemora el centenario del asesinato del archiduque Francisco Fernando, el heredero al trono del imperio austrohúngaro. Un atentado que desencadenó la I Guerra Mundial y cuyo recuerdo cien años después sigue dividiendo a serbios y croatas.
“Los que se han negado a venir no demuestran su actitud sobre el pasado sino que muestran su actitud sobre el futuro de esta región”, declaraba el alcalde de la ciudad, Ivo Komsic.
Las autoridades serbias no asistirán al concierto de la Filarmónica de Viena que presidirá los actos del centenario en Sarajevo. Prefieren reivindicar la figura de Gavrilo Princip, el nacionalista que mató a tiros al heredero Francisco Fernando hace un siglo y al que consideran un héroe.
Los musulmanes bosnios y los católicos croatas le siguen viendo como un terrorista que acabó con la paz en el mundo.