Un millón y medio de mauritanos eligen este sábado presidente, con pocas dudas sobre la reelección de Mohamed uld Abdel Aziz.
La cita con las urnas comenzó este viernes, con el voto de los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía, que deben garantizar la seguridad durante la jornada electoral.
Todo indica que Aziz, que llegó al poder tras un golpe de Estado en 2008, obtendrá una victoria aplastante.
“Hemos constituido un comité independiente para las elecciones para afianzar la democracia, porque creemos en la democracia”, dijo Aziz durante su último mitin.
Otros cuatro candidatos concurren a estas presidenciales.
Aunque los seguidores más numerosos, en el cierre de campaña, fueron sin duda los del presidente saliente.
“Ha hecho muchas cosas, por eso le apoyamos e instamos a todo el mundo a votar por él”, dice una mauritana, seguidora de Aziz.
Sin embargo, muchos opositores acusan a Aziz de despotismo. Los partidos Reagrupación de Fuerzas Democráticas y el islamista Tawasul boicotean estos comicios.
“Esta campaña de boicot contra el régimen mauritano satisface las ambiciones del pueblo mauritano para la democratización, la justicia y el desarrollo”, señala Ahmad Haidi, líder de las juventudes de la coalición que lleva a cabo el boicot.
El desfile de coches opositores pidiendo el boicot compartió las calles de la capital mauritana con otro cortejo de seguidores acérrimos de Aziz.
“Estas elecciones curiosamente recuerdan a las celebradas recientemente en varios países árabes: el boicot de la oposición, unos candidatos opositores débiles, y un presidente procedente/salido del Ejército, que se prepara para sucederse a sí mismo”, cuenta Riad Muasses, enviado especial de euronews a Mauritania.