Con una fiesta en la Arena Corinthians y enfrentamientos entre manifestantes y policías a pocos kilómetros de distancia, inició el jueves el Mundial en la ciudad de Sao Paulo, Brasil.
La ceremonia de inauguración no contó con un discurso de la presidenta Dilma Rousseff. Horas antes, manifestantes y policías se enfrentaron en Sao Paulo, a unos cuatro kilómetros de la Arena Corinthians.
La policía reprimió de la manera excesiva las manifestaciones. En otras ciudades como Río de Janeiro, Belo Horizonte y Porto Alegre también ha habido movimientos callejeros en contra de la Copa.
Una protesta que tuvo en Sao Paulo, que comenzó de forma pacífica, acabó ensombreciendo parte del ambiente festivo que se vivió en la capital paulista con motivo de la inauguración del Mundial de Fútbol Brasil 2014.