El gobierno húngaro vuelve a la carga contra las televisiones privadas del país, utilizando una guerra fiscal. El Parlamento vuelve estudia de nuevo una ley para grabar los ingresos por publicidad hasta porcentajes del cuarenta por ciento. La primera televisión por audiencia, RTL Hungría, calcula que de aprobarse la legislación uiouiouioyu6debería abonar anualmente quince millones de euros. Representa más o menos la mitad de sus ingresos publicitarios y nueve veces sus beneficios en 2013.
Por otro lado, TV2 que es la segunda cadena por importancia acaba de ser vendida por sus propietarios alemanes a dos ejecutivos cercanos al primer ministro Viktor Orban. Como protesta a la estrategia de Orban, este jueves las televisiones comerciales deben dejar en negro la pantalla durante quince minutos. La ley gubernamental también prevé más adelante tasar a los grandes de la red como Google, Facebook o YouTube.
“No es la primera vez que se lanza la idea de un impuesto por la publicidad, pero hasta ahora siempre se había abandonado”, explica la corresponsal económica de Euronews en Budapest, Doloresz Katanich. “La cantidad a recaudar no es muy alta, aunque sirve para castigar a las mayores televisions comerciales de Hungría. Porque los cercanos al Gobierno no han logrado hasta el momento hacerse con una parte importante de estas televisiones”.