La zona de exclusión alrededor de la central nuclear de Chernóbil está llena de vida. Como los seres humanos fueron evacuados de la zona hace 20 años, los animales trasladados en poblaciones existentes se multiplicaron y especies no vistas desde hace décadas, como el búho lince y el águila, comenzaron a regresar a la zona. Inluso hay huellas tentadoras de oso, un animal que no ha pisado esta parte de Ucrania durante siglos. "Los animales no parecen sentir la radiación y ocupan una superficie, independientemente de los niveles de radiación", dice Sergey radioecologist Gaschak."Una gran cantidad de aves anidan en el interior del sarcófago", añade, en referencia al escudo de acero y hormigón erigido sobre el reactor que explotó en 1986. "Los estorninos, palomas, golondrinas, colirrojos, vi nidos, y me encontré con los huevos." Es posible que haya plutonio en la zona, pero no hay herbicidas o pesticidas, ni industrias, no hay tráfico, y los pantanos han dejado de drenados.