El mundial de fútbol de Brasil viene precedido por un escándalo alimentario. Unos seiscientos kilos de alimentos caducados han sido confiscados en restaurantes y tiendas de Teresópolis, la localidad en la que está concentrada la selección brasileña. Hace apenas unos días también se confiscaron alimentos caducados de los hoteles que acogerán a las selecciones de Italia e Inglaterra durante el mundial.