Tres días de peregrinación por Tierra Santa que han permitido al papa Franciso fomentar el camino de la paz y la reconciliación entre los pueblos y las religiones.

El Sumo Pontífice regresó el lunes por la noche al Vaticano junto a los periodistas que le han acompañado en su periplo. Durante el viaje de vuelta, Francisco dijo que no permitirá los abusos de religiosos a menores.

“Un sacerdote que comete ese tipo de actos traiciona al cuerpo de Señor, porque un cura tiene que conducir a los niños a la santidad. Y los niños confían en ellos. Pero en lugar de hacerlo, abusan de ellos. Y esto es muy grave. Voy a hacer una comparación. Es como una misa negra”, dijo el papa ante el asombro del cardenal Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.

Francisco anunció que, a principios de junio, recibirá a un grupo de víctimas de pederastia.

El papa también se refirió al celibato. Sobre esta cuestión dijo que no es un “dogma de fe” en la Iglesia Católica y que la puerta está abierta para tratar el tema.

Estas declaraciones son el colofón a un viaje cargado de simbolismo, en el que ha visitado Jerusalén, Belén y Jordania junto a un rabino y un profesor musulmán, ambos amigos del papa en Argentina. Con este viaje, Francisco ha querido simbolizar el abrazo del cristianismo, judaísmo e islamismo.