Las elecciones europeas empiezan mañana. El pistoletazo de salida lo darán Reino Unido, Holanda y Croacia, que se adelantan al resto de países, en unos comicios históricos donde la Unión Europea se enfrenta al auge de la abstención y del euroescepticismo.
En Holanda, tradicionalmente europeísta, se espera un refeljo de ambas tendencias.
“Siempre me he sentido europeo. Soy positivo, porque tenemos mucho por lo que estar agradecidos. Hay un sentimiento muy negativo en este momento y no creo que sea justo. Se han creado muchos empleos y la apertura de fronteras ha sido buena para nosotros”, decía un joven en Rotterdam.
“Votaré seguro. Creo que es importante que mi voz sea oída, porque si no voto no tengo derecho a quejarme”, aseguraba otra mujer.
Pero las encuestas indican son muchos los que no acudirán a votar o que, de hacerlo, optarán por el Partido de la Libertad del euroescéptico Geert Wilders.